A esto se sumó la situación política de Argentina, que en el momento de la disputa del mundial de 1978 se encontraba bajo una férrea dictadura militar, con graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Como medida de protesta, varios jugadores, entre los que se incluía Cruyff, renunciaron a participar en el mundial. Si Apple se mantiene fiel a su PORQUÉ, es muy probable que la industria cinematográfica y la televisiva tengan todas las papeletas para serlo.