Está enriquecida con colágeno y ácido hialurónico, que hidratan en profundidad y ayudan a reducir las arrugas visibles. Otro famoso partido en el que el árbitro barrió descaradamente para el lado verde-amarelo fue un España-URSS de España 82 y para más inri arbitrado por un español, Lamo Castillo. Por cierto, ahora que hablamos de colores tradicionales como el naranja de Holanda por su casa real o el azul de Italia por los Saboya, decir que el color tradicional de Castilla NO ES EL MORADO, sino el rojo carmesí, rojo sangre.